Con la llegada del frío aumentan las ganas de resguardarse en el hogar. Además, el confort pasa por combatir el frío con una temperatura ideal dentro de nuestras paredes. Esto puede combinarse con la eficiencia económica. Por ello conviene saber cómo poner la calefacción en casa. Es posible ahorrar en la factura sabiendo cuánto tiempo y a cuántos grados activarla.
Los consejos que vamos a ver van destinados tanto a sistemas de calefacción central, como a los individuales. Pero evidentemente será más fácil ponerlos en práctica cuando no hay que consensuar con más familias. No obstante, aquí hablaremos de sistemas de calefacción con radiadores conectados al gas.
Qué hacer antes de poner la facción
- Purgar radiadores para vaciarlos de un aire que entorpecerá su funcionamiento y su llenado de agua caliente.
- No colocar ropa en los radiadores para secar. Las prendas actuarán de barrera entre el calor del radiador y las zonas que deseamos que sean calentadas. Una buena alternativa sería colocar las prendas sobre una silla y acercar ésta al radiador.
- Mantener los radiadores limpios. Por el motivo que acabamos de comentar, conviene que estén libres de suciedad.
- Realizar mantenimiento de la caldera. Su correcto funcionamiento será indispensable para que posteriormente la casa pueda calentarse a través de los radiadores.
- El aislamiento térmico nos ayudará a evitar la entrada del frío en el hogar. Eso hará posible apagar la calefacción cuando nos encontremos fuera y será vital en el ahorro en climatización.
- Aprovechar los factores externos que puedan ayudarnos a climatizar la casa. Eso principalmente es, durante el día, subir persianas y abrir cortinas para que los rayos de sol y el calor se introduzcan en casa. Así subiremos grados de temperatura en el hogar.
Cómo poner la calefacción: horas y temperatura
El termostato es la herramienta que permite elegir y controlar la temperatura de la casa. Ésta deberá aproximarse lo máximo posible a los 21 grados. Aunque hay quienes tienen diferentes sensibilidades al frío, y podría llegarse hasta los 23 grados siempre que fuera necesario. No saber cómo poner la calefacción supondrá un derroche e imposibilitará ahorrar en la factura. Y es que se calcula que cada grado de más puede suponer entre un 7 y un 8% de aumento del gasto.
¿Hay que apagar la calefacción por la noche?
Mientras dormimos y estamos arropados no necesitamos tanto calor, por lo que basta con fijar una temperatura que en ningún caso supere los 17 grados. Para esas mañanas que vamos a pasar en casa existen otras soluciones que ahora veremos.
¿Y si estamos fuera de casa es recomendable apagar la calefacción?
La respuesta es sí. O, lo que puede ser lo mismo, bajar el termostato a un mínimo de temperatura aceptable que se mantenga en torno a 15 y 17 grados. Una casa aislada correctamente no debería, con la calefacción apagada, bajar más de tres o cuatro grados la temperatura conseguida. Así evitaremos que se active y consumamos de manera innecesaria. Estaríamos hablando tanto del tiempo que pasamos fuera de casa a diario por trabajo u otras circunstancias, como de periodos más largos como unas vacaciones. Sólo debe activarse cuando vayamos a disfrutar directamente de ella, o con la siguiente excepción…
¿Conviene programar la calefacción?
Programar la calefacción es un acto inteligente y favorece la eficiencia en climatización y el confort. Para ello es necesario un termostato apropiado, no bastará con el termostato analógico tradicional. Y después deberemos saber cómo hacer su mejor uso. Conviene programar el encendido para aproximadamente una hora antes de llegar a casa; misma antelación si, como comentábamos, vamos a pasar la mañana en casa.
Y, aunque nos centramos en calefacciones de gas, cabe recordar lo que podría suceder con las calefacciones eléctricas. Si la tarifa contratada se acoge a la discriminación horaria, convendrá programar los aparatos para su activación nocturna. Y siempre será posible revisar lo contratado y comprobar si es posible contratar una mejor tarifa de luz.
Cómo disfrutar la calefacción en casa
Todos estos consejos siempre dependerán de peculiaridades personales y de localización. Una persona puede llegar a necesitar 23 grados de temperatura mientras que otra pueda estar por debajo de los 21. Igualmente, el clima de la zona determinará cómo poner la calefacción. Incluso, las casas con menos muebles son más rápidas, y baratas, de calentar que las que se encuentran más recargadas de mobiliario.
No obstante, para ahorrar en factura es conveniente acogerse a la mejor tarifa de gas, o la que más convenga según necesidades. Encontrarla es fácil con algún servicio experto en tarifas energéticas, como Luz y Gas.